Planificar el tiempo

La planificación del tiempo siempre ha sido dada a través de un horario que nos permita conocer qué actividades debemos de llevar a cabo durante el día pero, ¿somos capaces de cumplir dicho horario? ¿Lo seguimos al pie de la letra? ¿Somos capaces de no distraernos para no perder el tiempo?

Generalmente, nuestros hábitos y costumbres no se iguala con la distribución del horario establecido, de modo que no es nada extraño saber que pasan muchas horas desde que nos levantamos hasta que nos ponemos manos a la obra con los quehaceres. Es más, si llegamos a pensar en la distribución de las horas y las comparamos con la realidad, podríamos llegar a conocer la gran pérdida de tiempo que se origina, puesto que dicho tiempo no se ha invertido en actividades o ejercicios que conlleven beneficios y aptitudes
positivas para nosotros.

Por ello, lo ideal sería partir de la idea de que cada minuto es muy valioso y que se debería de hacer todo lo posible para ganar tiempo y aprovecharlo mucho mejor en todos los aspectos, ya sea desde el ocio hasta la implicación necesaria en el rendimiento mínimo para los estudios. Pensamos que para conocer cuánto tiempo perdemos, es necesario hacer un análisis de manías y costumbres personales que se realizan a diario, ya que la anotación de todo lo que hacemos durante un día nos permitirá conocer a qué situaciones y actividades dedicamos más tiempo y en cuáles perdemos más tiempo.

Una correcta distribución de tiempo nos permite desarrollar capacidades como la constancia y esfuerzo, puesto que nada que consideremos importantes lo podremos conseguir sin ninguna de estas dos capacidades debido a que son las que te permiten actuar con el pleno rendimiento en cualquier ámbito de tu vida. Además, los horarios nos permiten controlar estas dos capacidades, ya sea de manera diaria o semanal pero nunca olvidando que lo importante es no rendirse y sentirse preparado para realizar y llevar a cabo todo lo que nos propongamos.



Existen una serie de consejos que nos pueden ayudar a planificar el tiempo. A continuación os los mostramos para que los utilicéis y aprovechéis cada segundo.
  • El comienzo del estudio no se debe retrasar.
  • Si has establecido una planificación horaria debes respetarla llevándola acabo todos los días.
  • No es aconsejable anticipar el estudio.
  • El tiempo que no tienes nada que hacer, debes aprovecharlo.
  • Establecerte unos objetivos.
  • Se debe valorar los resultados cuando se acabe el tiempo de estudio.
  • Después de estudiar, es aconsejable la práctica de actividades agradables.

Como conclusión de todo esto, se puede decir es necesario aprovechar el tiempo que le dedicamos al estudio,y sacarle más partido al mismo. Así, es necesario que antes de estudiar, se preparen todos los materiales que se requieran como: lápices, cuadernos, bolígrafos, calculadoras etc.